Cuando se me pide que genere una crítica literaria, el primer libro que se me vino a la mente fue "el niño con el pijama de rayas”.
Aquel libro llego a mis manos de manera casual en el verano del año 2008, dos años después de su publicación, por su autor el irlandés John Boyne. Esto precedido por muy buenas crítica y sumado a ello un pronto estreno cinematográfico basado en el exitoso libro.
Esta novela apela a los más profundos sentimientos, creando una historia ficticia basada en el contexto histórico de la segunda guerra mundial, donde se vinculan aspectos sociales de represión y tortura enmarcados en la antítesis de la inocencia de un par de niños, cuya amistad supera toda diferencia humana, generando una historia con un inimaginable desenlace.
Esta narrativa cuenta la historia de un niño alemán que vive colindante a un campo de concentración nazi, ubicado en Polonia (Auschwitz), este niño tiene la suerte de vivir en el lado “bueno” del campo de concentración, era el hijo de la autoridad Nazi a cargo de la administración. Este niño alemán al no tener amigos de su edad con quien hablar, encuentra al otro lado de la reja un amigo muy distinto a él, un amigo de otra raza y que viste siempre un pijama a rayas, _un niño judío preso junto a su familia en un campo de concentración_ con quien conversa diariamente forjando una hermosa amistad lejos de cualquier diferencia ideológica.
Las emociones emergen constante y progresivamente al avanzar en el desarrollo de la historia. Una hermosa y triste historia que nos advierte en su desenlace, que las diferencias humanas llevadas al extremo son la des generación de la humanidad.
Al terminar esta crítica es fundamental destacar el alto contenido valorico que nos entrega como también recomendar la lectura para comprender el amor desde una de sus infinitas perspectivas.
Alonso Guzmán López