Que sucede cuando uno, como un ser gregario, genera expectativas sobre algo o referente a otros, expectativas ya sean amorosas, expectativas laborales, en fin expectativas La respuesta debería ser, que es normal, las expectativas son simples suposiciones que elucubran al futuro; Que pueden tener atisbos de la realidad o simplemente fantasías
Entonces si estos sueños se truncan en el camino, solo podremos decir que el precio de soñar se paga con la desilusión, y así aprenderemos a no caer tan seguido. Pero por el contrario si aquello se cumple, estamos frente a un sueño hecho realidad, aquella esperanza se cumplió y solo se gana felicidad así no aprendiendo nada, porque la felicidad no nos deja valorar lo sucedido.
Pero que sucede si la desilusión proviene de lo más interno de nosotros, o si proviniera de un padre del cual esperamos todo y no de un medio externo. Ahí es cuando me cuestiono si es verdaderamente positivo el generar expectativas sobre alguien o sobre algo.
Porque claramente en nuestras vidas debemos tener pilares y guías los cuales nos enseñen como actuar en los distintos problemas que la vida nos depara, pero verdaderamente aun no sé cómo actuar ante la desilusión que mi padre me genera
 |
La muerte es tan drástica, en cambio la vida, la vida te da tantas oportunidades… |
Anónimo
Cuando las cosas llegan a cierto extremo solo quedan opciones algo drásticas, como perder y olvidarse de las expectativas que uno pueda tener sobre los demás o las cosas. O aún así seguir teniendo esas pobres expectativas y trasformarlas desde uno en la realidad.
ResponderEliminarPero uno nació para cambiar al mundo, y nada mejor que empezando por la desilusión más fuerte que puedas tener y conocer.
Desilusionarse es normal, tanto cómo tener expectativas, pero a veces llega a tanto el problema por sobre la causal, que olvidas por pensar en alguna de las dos.
Nunca dejes que la desilusión viva en ti, aliméntate de ella para crecer en una nueva expectativa, por que aveces no es malo esperar cosas, el problema es lo que se espera.
Muchas veces sufrimos decepciones, creo que no me equivoco al decir que todos hemos estado allí cuestionándonos si es que vale la pena soñar tan alto y caer tan fuerte. Y es cierto , mientras mas expectativas uno se hace mas fuerte la desilución, pero, a la vez cuando uno tiene expectativas la alegría de que estas se vean realizadas es maravillosa.
ResponderEliminarNo podemos permanecer indiferentes ante las frustraciones de la vida, debemos tomarlas y convertirlas en cosas positivas. Aprender de los errores aunque no sean nuestros.
La realidad de la vida siempre ha surgido a través de nuestras expectativas, experiencias y desilusiones vividas. Si piensas fríamente, eso es lo que hace que vivamos, todo nace y siempre el ser humano ha sido conducido, con esperar la felicidad, o mejor dicho: los momentos que otorguen felicidad. Pero qué sucede desde eso; las expectativas que te formas son altas o lo parecen ser, por consiguiente, te armas un ideal que puede ser tanto erróneo como acertado. Si lo piensas bien, es aquí donde siempre existen las respuestas de lo que al ser humano lo conduce en su vida: o logras la felicidad y te mantienes de forma regular, vives bien, te sientes capaz de todo y no existe ningún obstáculo que pueda impedir lo que quieres, porque te sientes grande, y así lo es, en realidad. Pero sino, te desilusionas al ver que las cosas no fueron como lo esperaste, y todo lo ves negro, nublado...
ResponderEliminarLo único que busco decir con eso, es que, sólo te preocupes de vivir. Desilusiones y felicidad, si es así posible llamarle, están conduciendo día a día nuestra vida. Pregúntate todos los días, porqué despiertas... no creo estar equivocándome con decir esto, pero creo que todos despertamos queriendo formar, construir nuestros ideales, o muchas veces, queriendo saltando las vallas que la vida nos presenta... y ¿con qué fin?, con el fin de lograr nuestra meta.
Ten siempre en mente, todo lo que te hace vivir, déjalo que sea. Todo tiene una respuesta, TODO.
me fui en la volá jiji
ResponderEliminar